Le temo a la soledad
le tengo pavor
a no tener en quien pensar
a no mirar mis manos sin trabajo que realizar
Las mariposas huyen
el sol es una mirada de despedida
calma y mar
sudor y sal
Angustia matutina de mi vida
sollozos apagados en una almohada
tristezas sin consuelo
y caminos sin andar.
El silencio es peor,
es perro rabioso a tu lado
muerde la conciencia,
y acaba por contagiar el corazón.
Al final solo falta
la triste mano de la muerte,
lánguida y blanca
que nos viene a recorrer
desde la nuca a los pies
y nos conduce por ríos salvajes
nubes de sangre.
Dolor del cielo
y unos labios sin poder amar,
sin entregar el alma
acabados en farsas
y viejas historias que recordar;
esa es la soledad
por eso le tengo miedo
por eso le tengo pavor.
 
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